Nuevo año, momento de cambios. Descubre 10 buenas razones para cambiar de gestoría.

Los motivos pueden ser muchos: desde no estar conforme con el servicio recibido, al coste del mismo o simplemente por motivos de proximidad, búsqueda de un trato más personal, etc…

Vamos a comentar aquí 10 razones que pueden llevarte a realizar un cambio que suponga una mejora para tu gestión personal o de tu empresa:
 

1. Mi gestoría actual no me ofrece tranquilidad, debo revisar muy a menudo su trabajo y he tenido demasiadas experiencias con sus asesores que han hecho perder mi confianza en ellos.
2. Incumplen los plazos legales con lo que en ocasiones no tengo margen para preparar los fondos necesarios para cubrir los importes a pagar.
3. No me facilitan información sobre el estado de mis cuentas a tiempo ni con la frecuencia que deberían.
4. No hay un canal de comunicación fluido con mi gestoría. Tengo que perseguirlos en lugar de ser ellos quienes tienen que ofrecerme un buen servicio y atención al cliente.
5. Hay cambios legales y de normativa que me afectan directamente a mi negocio sobre los que no se me informa.
6. La cuota que pago me parece muy elevada por los servicios que recibo.
7. Me llevo demasiadas sorpresas en cuanto a pagos de recargos y sanciones debidos a equivocaciones de mis asesores.
8. Busco una gestoría que me pueda dar soluciones integrales: desde en temas laborales y fiscales de mi negocio hasta un cambio de vehículo o darme respuestas a problemas con una herencia.
9. Me gusta el trato personal y directo y mi gestoría actual queda demasiado alejada de mi domicilio o de mi empresa.
10. Prefiero una asesoría más pequeña y familiar pero que me ofrezca la confianza de sus años de experiencia y de su equipo humano. 

¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo?

Cualquier momento puede ser el idóneo, sin embargo hay algunos que son clave para cambiar de asesoría.
Por ejemplo, el inicio del año fiscal es un momento muy recomendable para cambiar de asesoría por lo que se refiere a la contabilidad, el tema fiscal y el laboral. Lo mejor es hacerlo dentro del primer trimestre del año, una vez se hayan presentado las declaraciones de enero y antes de la obligación de presentar el primer trimestre del nuevo año.
Así pues, los próximos meses de febrero y marzo de 2021 pueden ser óptimos para realizar ese cambio que tanto vértigo te produce y que, sin embargo, no ofrece especial complicación y te permite la posibilidad de iniciar un año con nuevos aires para ti y para tu negocio.

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